Aceite de Coco Refinado
Tenemos que ser conscientes de que existen distintos tipos de Aceite de Coco en el mercado y ser capaces de comprender en cada momento qué es lo que estamos comprando. En esta web, cuando hablamos de Aceite de Coco nos referimos siempre -salvo que explícitamente digamos lo contrario- al Aceite de Coco Virgen. El Aceite de Coco virgen es el que se obtiene de la prensada de la pulpa del coco en frío, sin ningún otro proceso físico ni químico. Lo único que se le hace al Aceite de Coco Virgen es filtrarlo para evitar que se cuelen trozos de pulpa que no hayan sido bien prensados en el proceso.
Cuando el Aceite de Coco es obtenido de este modo, y por tanto se le llama Aceite de Coco Virgen, conserva intactas todas sus beneficiosas propiedades y es apto para todos los usos. En definitiva, el Aceite de Coco Virgen se puede usar con fines cosméticos en la piel, en el cabello, para masajes, etc…, pero también puede usarse en la alimentación. De hecho, el consumo de Aceite de Coco Virgen, como comentamos en los artículos de la categoría «cocina» en este blog aporta enormes beneficios a nuestra nutrición y es magnífico para nuestra salud.
En el otro extremo de la balanza tenemos el Aceite de Coco Refinado. Este Aceite de Coco, incluso si procede de agricultura ecológica, no es una versión apta para el consumo humano porque ha sido mezclado -normalmente diluido- con alguna otra sustancia o modificado mediante algún proceso, normalmente químico. El objetivo de ese refinamiento puede ser múltiple, desde la hidrogenación del aceite (para conseguir que se mantenga siempre sólido) hasta eliminar su sabor u olor, modificar su color, o cualquier otro motivo que al fabricante se le ocurra.
Normalmente se utilizan Aceites de Coco de menor calidad para obtener Aceite de Coco Refinado. ¿Quién iba a querer usar un buen Aceite de Coco Virgen para refinarlo y venderlo más barato? Pueden ser partidas normales o incluso lotes que se han contaminado por cualquier motivo y en cualquier circunstancia, y es necesario aplicarles cualquier procedimiento químico antes de poder venderlo.
Es cierto que el Aceite de Coco Refinado es apto para su uso en cosmética, pero, ¿queremos usar un Aceite de Coco en nuestra piel o en el cabello que ha sufrido un proceso que lo ha desnaturalizado, o sea, que ha cambiado algunas o incluso todas sus propiedades? Pues esto es una elección personal de cada uno, pero nosotros abogamos siempre por utilizar, tanto para uso cosmético como para uso alimenticio, el Aceite de Coco Virgen, que es sin duda el que conserva intactas todas sus propiedades que son, en primera instancia, las que nos animaron a usar este maravilloso producto.
Lo cierto es que en el proceso de refinamiento del Aceite de Coco no queda nada claro qué propiedades son las que se alteran, pues cada fabricante puede elegir refinar el Aceite de Coco de un modo distinto. De hecho, al no tratarse ya de un producto apto para el consumo, el Aceite de Coco Refinado no incluye una etiqueta con los valores nutricionales del producto y por lo tanto es imposible saber qué ácidos grasos están presentes en ese aceite.
Por ejemplo, uno de los ácidos grasos más importantes en el Aceite de Coco Virgen, al que este debe muchas de sus propiedades, es el Ácido Laúrico, que es responsable de cerca del 50% de su contenido en grasa. Si un Aceite de Coco se refina y en el proceso pierde parte o todo su Ácido Laúrico, las propiedades de este aceite, incluso para la piel y el cabello, se verán severamente afectadas.
Por lo tanto, nosotros recomendamos sin dudar que -incluso para aplicaciones estéticas- se utilice Aceite de Coco Virgen para garantizar que los resultados son los esperados.