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El Aceite de Coco imprescindible en las distintas etapas de nuestros hijos

efectos del Aceite de Coco en embarazadasLa nutrición de nuestros hijos es importante y, cada día, le damos mayor prioridad ya que sabemos que su salud y su peso dependen de que hayamos sentado una buena base alimenticia. Si nos fijamos, desde que los niños se encuentran en la matriz, podemos encontrar numerosos estudios que avalan la relevancia de la relación existente entre la nutrición de la madre embarazada y los nutrientes que le llegan al feto.

Por eso, es importante que las madres embarazadas cuiden su alimentación durante estos primeros 9 meses de gestación y, una vez nacido, continúen inculcando esta base alimenticia a sus hijos de manera que crezcan sanos y nutridos.

La ingesta de Aceite de Coco durante el embarazo proporciona nutrientes esenciales al organismo de las madres que, posteriormente, pasan al feto y contribuyen a su crecimiento, desarrollo y protección. El Aceite de Coco contiene ácidos grasos que ayudan a proteger tanto al feto como al bebé de virus como el herpes o bacterias como la Chlamydia, entre otros.

Una vez nacido el bebé la recomendación de los médicos es que las madres, que tengan esta posibilidad, alimenten a sus hijos con la leche materna. Ésta se compone, aproximadamente, de un 50% de grasas saturadas, un 35% de insaturadas y un 15% de polinsaturadas. Tan solo un 20% de las grasas saturadas contiene Ácido Laúrico y Ácido Cáprico. Destacamos estos dos ácidos porque sus propiedades antivíricas, antimicrobianas y fungicidas son muy potentes y proporcionan a los bebés, a través de la leche materna, energía en forma de ácidos grasos de cadena media, que ayudan a su buen desarrollo y crecimiento.

Una vez que el niño comienza a comer alimentos sólidos podemos incorporar el Aceite de Coco, con tranquilidad, en la cocina. Es más, convirtiendo el Aceite de Coco en uno de los alimentos indispensables de nuestras comidas prevenimos la obesidad. La explicación es muy sencilla, los ácidos grasos de cadena media que contiene el Aceite de Coco no se convierten en glucosa sino que se metabolizan en energía directamente.

No solo los protegemos del sobrepeso sino que les ayudamos a reforzar su sistema inmunológico, ya que el Aceite de Coco Virgen crea una capa de defensa natural en nuestro cuerpo.

Una vez llegados a la pubertad, nuestros hijos, pueden sufrir algunos problemas de piel o de aparición de caspa, propios de esta etapa. Aplicando directamente, el Aceite de Coco, sobre la piel o sobre el cabello, comprobaremos, con el tiempo, como van desapareciendo.

Obviamente, no podemos olvidarnos de que son niños y que su afición por la repostería o comida rápida es propia de su edad. Así que os dejo un par de trucos para que este tipo de comidas también puedan formar parte de la alimentación de nuestros hijos.

En el caso de la repostería podremos sustituir la grasa o manteca que nos indique la receta por Aceite de Coco ya que éste actúa como edulcorante natural. De esta forma podremos eliminar el azúcar de la receta dando un dulzor natural.

Mientras que en la comida rápida, el Aceite de Coco Virgen nos servirá para freirla u hornearla. Una de las ventajas de utilizar Aceite de Coco en las frituras es que los alimentos quedarán crujientes y no absorberán tanta grasa como cuando se fríen en otros aceites más baratos. Y este aceite se podrá reutilizar varias veces ya que no se degrada al cocinarlo a altas temperaturas.

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